Santo Súbito
El 20 de noviembre del año pasado el Estadio Jalisco acogió a una multitud que colmó su capacidad. No se trataba, como es costumbre en un inmueble de estas características, de una sana cascarita. El motivo era la beatificación de 13 individuos a los que se ha llamado "mártires cristeros". El Papa Benedicto no-sé-cuántos apareció vía satélite, en vivo y a todo color, diciendo que los entonces beatificados eran "un ejemplo permanente para nosotros".
Resulta revelador que trece asesinos se conviertan en ejemplo para todos nosotros (quiero pensar que el ensotanado se refería con ese "nosotros" a la grey católica y no embarraba al resto). No matarás, dicen que dice la Biblia, pero eso no importa. Si la causa por la que los cristeros decidieron tomar las armas es justa, válida o legítima es inane; la Biblia no distingue entre homicidio imprudencial, calificado, etc. Mucho menos habla de atenuantes ideológicos. Sin embargo, de la beatitud a la santidad sólo hay un paso y así los católicos seguramente tendrán, en un día no muy lejano, santos asesinos (tal vez sea una estrategia para competir con la cada vez más popular Santa Muerte a la que los delincuentes rezan con igual fervor que a la Guadalupana).
Hoy, no hace falta referir los hechos periodísticos, la misma iglesia que preside quien ve en un grupo de asesinos a modelos para la sociedad, decidió cancelar la posibilidad de beatificar (y posteriormente canonizar) a un violador al que, no obstante, muchos miembros de la misma iglesia elogian y defienden. La contundencia de las evidencias obligó, sin embargo, a retirarlo de las actividades propias del sacerdocio. Si bien esta pena está muy lejos de hacer justicia, está aún más lejos de ser una absolución y en los hechos cancela el ingreso del legionario fundador al santoral.
Esto constituye, por otro lado, la prueba necesaria para la súbita canonización del Papa anterior. La causa para hacer de Karol Wojtyla, a.k.a. Juan Pablo II, un santo, requería de la realización de un milagro. La protección que durante años otorgara el antecesor del Papa Ratzinger al violador Maciel, y que evitó, igualmente por muchos años, que éste último pisara la cárcel o probara el escarnio es, francamente, una obra milagrosa.
Así, tal vez el mismo día que se convierta en santo al primero de los cristeros asesinos, también se convierta en santo al protector de los violadores (así el góber precioso ya tendrá a quién rezarle cuando la justicia lo llame a cuentas).
Resulta revelador que trece asesinos se conviertan en ejemplo para todos nosotros (quiero pensar que el ensotanado se refería con ese "nosotros" a la grey católica y no embarraba al resto). No matarás, dicen que dice la Biblia, pero eso no importa. Si la causa por la que los cristeros decidieron tomar las armas es justa, válida o legítima es inane; la Biblia no distingue entre homicidio imprudencial, calificado, etc. Mucho menos habla de atenuantes ideológicos. Sin embargo, de la beatitud a la santidad sólo hay un paso y así los católicos seguramente tendrán, en un día no muy lejano, santos asesinos (tal vez sea una estrategia para competir con la cada vez más popular Santa Muerte a la que los delincuentes rezan con igual fervor que a la Guadalupana).
Hoy, no hace falta referir los hechos periodísticos, la misma iglesia que preside quien ve en un grupo de asesinos a modelos para la sociedad, decidió cancelar la posibilidad de beatificar (y posteriormente canonizar) a un violador al que, no obstante, muchos miembros de la misma iglesia elogian y defienden. La contundencia de las evidencias obligó, sin embargo, a retirarlo de las actividades propias del sacerdocio. Si bien esta pena está muy lejos de hacer justicia, está aún más lejos de ser una absolución y en los hechos cancela el ingreso del legionario fundador al santoral.
Esto constituye, por otro lado, la prueba necesaria para la súbita canonización del Papa anterior. La causa para hacer de Karol Wojtyla, a.k.a. Juan Pablo II, un santo, requería de la realización de un milagro. La protección que durante años otorgara el antecesor del Papa Ratzinger al violador Maciel, y que evitó, igualmente por muchos años, que éste último pisara la cárcel o probara el escarnio es, francamente, una obra milagrosa.
Así, tal vez el mismo día que se convierta en santo al primero de los cristeros asesinos, también se convierta en santo al protector de los violadores (así el góber precioso ya tendrá a quién rezarle cuando la justicia lo llame a cuentas).
9 Comments:
Y luego dicen que creer en dios es una especie de garantía moral...Hay que acabar con esas plagas premodernas que obnubilan a las masas y entorpecen el progreso.
En tus comentarios solamente dejas ver tu ignorancia, primero estudia historia y si quieres opinar de lo que creemos los católicos y cuales son nuestras "sentencias de vida" como dices, estudia el catecismo o la doctrina cristiana.
Pero no digas tantas tonterías sin saber de lo que hablas.
Saludos
ailyn:
Te respondo también desde tu blog porque dudo mucho que regreses al mío. Bueno, no veo en nuestra polémica dónde el estudio (o la falta de éste) de Historia (que para ilustrar en corto la ignorancia, se escribe con mayúscula) sea un asunto relevante. Si te refieres a la guerra cristera, me parece que no hay demasiado por dónde buscarle. En una guerra los hombre matan y mueren, a veces en defensa de sus ideas (decía Juan Goytisolo que "Matar a un hombre para defender una idea no es defender una idea: es matar a un hombre").
No voy a negar mi ignorancia, la soberbia no es mi pecado predilecto, no me siento superior a nadie, ni por mis ideas ni por mi fe, ni por mis conocimientos.
Sobre lo que creen los católicos veo que no hay una idea homogénea; veo, por ejempo, católicos a favor y en contra de los matrimonios homosexuales (es más hay sacerdotes que si bien se atienen al celibato reconocen su homosexualidad) así que no creo que tú puedas hablar por todos los católicos, a menos, claro, que insistas en pecar de soberbia.
Me citas, hasta con comillas, habiendo dicho "sentencias de vida" frase que, a pesar de que mi comentario no aparece en tu blog pues ahí no se goza de la libertad de expresión que si se goza en el mío, estoy seguro de no haber escrito. Si mal no recuerdo dije algo así como "el odio como forma de vida". Pero bueno, eso, además de mostrar la atención que pones al leer, es irrelevante.
Saludos.
chia, ailyn, yo soy catolico pero no se cuales son "nuestras" "sentencias de vida" sacame de mi ignorancia y explicalas mientras justificas la pedofilia impune por favor.
el 95% de los santos son invento de la política eclesiástica. Cada santo es un negocio fantástico, tiene su hinchada, su merchandising, sus devotos que colaboran en la contrucción de santuarios y mil huevadas mas. La Iglesia me hace acordar a las cúpulas policiales de mi pais: cuando un policia mata o comete atropellos, no lo despiden, solo lo trasladan a un pueblito lejano donde no quede muy expuesto.
Saludos
Cruz
Tu reflexión me conmueve por serhumanista. Dudo mucho que haya que re-leer el catecismo, yo me quedo con el "Sermón de la Montaña" y lo que quiero y puedo condenar es la pedofilia, que es una conducta abominable porque es un abuso, desde donde se vea.
Creo que la Biblia de los judeocristianos dice: "Por sus actos, los conocerás".
Un abrazo
homero: gracias por la visita. la pedofilia, lo sabemos muy bien es explicable, se trata de una patología que normalmente sufren los que a su vez fueron abusados. claro, lo que dices es con ironía, lo lamentable es que alguien se ciegue ante los actos de un compañero de fe.
csj: creo que no es el 95%, creo que es el 100%. ha habido católicos excepcionales, pero los milagros no existen. así, los santos, com seres milagrosos, son un invento.
gabriela: gracias por la visita. la pedofilia debe ser condenada venga de donde venga. se da dentro de la iglesia, dentro de las familias, las escuelas... seguro que has visto la película festen (la celebración). nadie puede justificar la pedofilia, aunque a veces nos cueste creer que ciertos hombres aparentemente honorables la practiquen.
El ayuntamiento de mi ciudad, va a destinar unos 30 millones de euros ( casi 38 mill. De dólares) en la visita que el Papa nos va a realizar por el “encuentro de las familias”(4 de julio).
Eso, además de que durante 4 días se va a colapsar la ciudad, suspenderán el Metro y cortarán las calles principales... Me parece increíble que se utilicen mis impuestos para esto, si se supone que vivo en un estado laico. Además, se ha realizado una campaña para publicitar el circo que van a montar y que venga mucha gente(al final todo es por dinero); la campaña dice “Te esperamos”. Desde una página web, se ha promovido una contracampaña, para levantar la voz contra una iglesia que no nos representa a mucha gente, por tantos y tantos motivos( incluidos a muchos cristianos), para decir que “yo no te espero”, y quien quiera puede “firmar” para apoyar la campaña. http://www.jonotespere.org
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Publicar un comentario
<< Home